La tranquilidad de un crucero por el Nilo se ve destrozada por el descubrimiento de que Linnet Ridgeway recibió un disparo en la cabeza. Era joven, elegante y hermosa, una chica que lo tenía todo, hasta que perdió la vida.
Hércules Poirot recuerda un estallido anterior de un compañero de viaje: «Me gustaría poner mi querida pistola en su cabeza y simplemente presionar el gatillo». Sin embargo, en este exótico escenario «nada es lo que parece»…
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