EL ARTE DEL «DRIFT»
En las dos primeras entregas de la franquicia, las carreras de diez segundos marcaron los momentos de máxima emoción. En A todo gas: Tokyo Race, el vértigo y la adrenalina se dispararon con la introducción de una nueva técnica de competición: el drifting, que consiste en derrapar hasta lograr que el coche forme un ángulo con la dirección en la que se desplaza.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.