El plan de Darth Sidious (y de su identidad pública, el senador Palpatine) para provocar la caída de la República se gestó a lo largo de muchos años. Durante ese tiempo, eventos sin aparente relación entre sí fueron produciéndose por toda la galaxia, encajando como piezas de un rompecabezas que solo él conocía: la invasión de Naboo, el encargo de un ejército de clones en Kamino, el creciente malestar en ciertas potencias económicas galácticas que propiciaría la creación de la Confederación de Sistemas Independientes, el resurgimiento de los sith después de siglos desaparecidos… Ni siquiera la Orden jedi fue capaz de percibir los tenues hilos que unían cada uno de esos acontecimientos hasta que fue demasiado tarde. Por eso, cuando se mandó un contingente de jedi y tropas clon a Geonosis para rescatar a Obi-Wan Kenobi, Anakin Skywalker y Padmé Amidala, nadie podía imaginar que aquel sería el conflicto que provocaría el estallido de una guerra que la galaxia jamás olvidaría.
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