El verano ha llegado por fin a Arendelle, un reino del lejano norte situado entre los fiordos. El sol brilla en lo alto del cielo azul: tras un largo, larguísimo invierno, finalmente los días son cálidos y soleados. Pero hace tanto calor que los lugareños esperan con impaciencia que Kristoff, que se encarga de vender el hielo, les dé un poco para poder refrescarse…
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