Aunque existían incontables modelos y tipos de droides, los de protocolo siempre se encontraron entre los más populares por su diversidad de funciones y, sobre todo, porque en una galaxia poblada por una miríada de especies, la capacidad para comunicarse era vital para cualquier viaje estelar. Los droides médicos también gozaban de mucho éxito, gracias a sus facultades para poder restaurar a casi cualquier paciente. Y aunque no eran ni tan populares ni tan buscados, los droides de servicio, como los camareros o mayordomos que había en los establecimientos de toda la galaxia, cumplían una función tan básica como necesaria.
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