Utilizado como fuerza de defensa por la estación de reabastecimiento Coloso en tiempos de la Nueva República, el Escuadrón As estaba formado por pilotos de caza de peculiares habilidades y personalidades aún más particulares. Dichos pilotos simultaneaban sus labores de protección de la estación con la participación en las carreras que se celebraban en las cercanías del Coloso, y en algunos casos eran auténticas celebridades de la zona. Sin embargo, todo cambió para ellos cuando la Primera Orden logró establecerse en la estación y, más tarde, tomar el control de la misma. Las apuestas no podían estar más en lo alto, y cada uno de los miembros del Escuadrón, así como sus amigos más allegados, tuvieron que tomar entonces una decisión que cambiaría sus vidas para siempre: continuar como hasta entonces o plantar cara a la organización heredera, tanto ideológica como tecnológicamente, del Imperio. La vida para todos ellos no volvería a ser nunca la misma.
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