Lujo hecho en México
A principios de la década de 1980, el mercado mexicano seguía cerrado a las importaciones de vehículos y sólo las marcas que fabricaban en el país podían vender sus modelos en territorio nacional. A esta limitación se unió, en 1984, una nueva ley que obligaba a las empresas afincadas en México a utilizar una única plataforma en la fabricación de carros. Por este motivo, los fabricantes tuvieron que esforzarse en encontrar fórmulas para ofrecer una gama completa de vehículos a los clientes mexicanos.
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